EL TEJIDO DE LAS ESTRELLAS: geometría mágica y destino en los telares antiguos
La primera arquitectura del mundo no fue un muro: fue un telar . Entre urdimbre y trama las antiguas dibujaron el mapa secreto de la existencia. Cada cruce de hilos fijó un punto del cosmos, cada nudo ató una promesa, cada motivo geométrico dejó memoria de una ley. Tejer fue —y es— ordenar el caos por medio de la forma . El telar como cosmografía En Grecia, el destino se pensó con utensilios de hilandera. Las Moiras —Cloto, Láquesis, Átropos— aparecen ya en Hesíodo ( Teogonía 217–222, 901–906): una hila el comienzo, otra asigna la porción y la última corta . En el mito de Er (Platón, Rep. X, 614–621), el universo mismo gira como husillo de Ananké, con las hijas del Destino cantando cada uno de los tres tiempos: pasado, presente y porvenir. El orden del tejido se vuelve aquí mecánica del cosmos . En el Norte, las Nornas “marcan la suerte” ( skapa örlög ): Völuspá y la Edda en prosa de Snorri las sitúan junto al pozo de Urðr, regando a Yggdrasil . El verbo “tejer” es m...